Pampa Jungle

Pampa Jungle

Una distopía para reírse un rato. Una Pampa absurda. Un futuro que es un poco también el presente argentino. Esta comitiva de lo más delirante, colorida y graciosa nos deleita con sus juegos de palabras y situaciones graciosas.   

La expedición es buscar a la última vaca. Pero la nave, o lo que sea que transporta a la comitiva, encierra a unos personajes de lo más delirantes. Tenemos un gaucho que habla en rima un spanglish muy sofisticado y atinado. También a un agente principal que es el hijo maltratado del dueño de la empresa voraz que lleva adelante la carnicería del futuro. Nos vamos adentrando en esta expedición también a través de la interacción de una agente de inteligencia artificial que a veces funciona bien y otras no tanto, también mezclando idiomas y momentos. Un indio que no tiene tanto despliegue espiritual como nos imaginaríamos y acompañantes que creen demasiado o demasiado poco en la empresa para la que trabajan. 
Al final, una sorpresa hecha vaca que cierra con broche de oro una obra divertida, elocuente y dinámica. 

Pampa Jungle es una denuncia ambiental en el fondo, donde se come asado clonado que cae muy mal al estómago. Una obra que se hace historia a través de unos personajes variados con un grado de imaginación alto. 

Después de hacernos reír, nos hace preguntarnos adónde estamos yendo como sociedad. La propuesta es local. Lo que falta es el asado, el más grande símbolo argentino cultural de la gastronomía. Pero también se puede leer en clave expansiva, ya que los paralelismos de crisis climática, ética de alimentos y otros más son fácilmente legibles. Por eso nos preguntamos en el mientras o en el después: sobre el planeta en el que vivimos, ¿cómo va a quedar? ¿Las corporaciones van a seguir liderando y llevándonos hacia un lugar donde la comida no exista más? ¿Vamos a ser empleados de quién exactamente? 

Los personajes son diez y se agrupan en cuatro narrativas diferentes. Todas son ágiles, con conversaciones veloces y afiladas, siempre en el abismo de lo absurdo. La crítica social está muy bien lograda mezclando la sátira y la ciencia ficción. Es una obra digna del under porteño, que siempre tiene la originalidad como bandera y la valentía como insignia. 

Juan Francisco Gazzano
@zetadoble 

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