
El trágico reinado de Eduardo II
Tan histórica como actual, esta obra es una de las imperdibles del año. Deslumbrante y reveladora. Una reflexión sobre el presente.
¿Viste cuando crees que no pueden más...y van y pueden? La frase, tan usada en estos tiempos, esta vez es aplicable en el sentido más positivo que pueda imaginar. Y otra vez, el suceso ocurre en "la Martín Coronado".
El trágico reinado de Eduardo II, la triste muerte de su amado Gaveston, las intrigas de la reina Isabel y el ascenso y caída del arrogante Mortimer es todo lo que su título indica y mucho más.
Es una vivencia extraordinaria para la reflexión y los sentidos.
Con excelentes actuaciones, la historia es contada sin tapujos desde todos los aspectos. Mostrándole al público aquello que los muros tratan de ocultar. Sin paredes y con la certeza de siempre estar siendo observados y juzgados por alguien desde las sombras.
Tras la muerte de su padre, Eduardo puede cumplir con su deseo de vivir libremente su amor con Gaveston. Este acto revolucionario será inaceptable para el entorno quienes cegados de poder y movidos por el odio buscarán eliminar todo lo que según ellos esté por fuera de las reglas del reino. En nombre de las leyes de la moral estos hombres, cobardes y temerosos, buscarán asegurarse la gloria aniquilando (siempre en grupo) todo lo que sus pequeñas mentes intuyen como una amenaza.
Eduardo sufre por amor y por poder. ¿En quién confiar cuando los que te rodean están agazapados esperando tu caída?
La propuesta cuenta con todo tipo de estímulos que contribuyen a seguir la trama y hacer crecer el dramatismo. Pocas veces la puesta en escena y el texto dialogan de forma tan íntima como en esta obra. La escenografía móvil permite transformarlo todo; el suelo, a veces foso, otras cima, marca el ritmo del poder y sus sucesivas caídas. La traición se cuela como rumores de palacio y la falta de un “cuarto oscuro” deja a las claras la mirada de los otros que acechan al igual que el filo de una espada.
Histórica y actual, esta experiencia es mucho más que una obra, es un hecho artístico en todas sus formas. Y como todo hecho artístico de calidad es revelador.
Por Valeria Argenzio @yohablofuerte
Ficha técnica
Elenco: Agustín Pardella, Sofía Gala Castiglione, Patricio Aramburu, Eddy García, Luciano Suardi, Santiago Pedrero, Gabo Correa, Lalo Rotaveria, Sergio Mayorquín, Francisco Bertín, Matías Marshall, Belisario Sánchez Dansey, Byron Barbieri, Martín Antuña, Esteban Pucheta
Bailarines: Juan Martín Ahumada, Agustín Farfán, Ignacio Fittipaldi, Valentina Gauthier, Candela Navarro, Agustín Salinas.
Traducción Carlos Gamerro
Versión libre Carlos Gamerro, Alejandro Tantanian
Texto audiovisual Oria Puppo
Coordinación de producción artística Lourdes Maro, Gustavo Schraier
Coordinación técnica de escenario Julián Castro, Ana María Converti, Guido Napolitano, Magui Garrido
Producción técnica Pablo Rojas
Coordinación talleres de vestuario Laura Parody
Coordinación talleres de realización Guadalupe Borrajo, Juan Cruz Santángelo
Puesta de video Lucas Gómez
Puesta de sonido Miguel Álvarez, Paula Andruskevich
Asistencia de vestuario Lara Risatti, Julia Seras
Asistencia de video Carolina Rolandi
Asistencia de coreografía Ana Pellegrini
Meritoria de escenografía Alma Gamerro
Asistencia de escenografía Valeria Abuin, Florencia Tutusaus
Asistencia de dirección Juan Cruz Bergondi
Diseño de coreografía Josefina Gorostiza
Musicalización Josefina Gorostiza, Alejandro Tantanian
Música original Axel Krygier
Diseño de iluminación Sol Lopatín, Magdalena Ripa Alsina
Diseño de escenografía, vestuario y video Oria Puppo
Dirección Alejandro Tantanian