
Medio Pueblo
El espacio teatral de La Fragua trae el reestreno de Medio Pueblo, un unipersonal escrito por Martin Giner e interpretado por Leandro Amarelle. Bajo la dirección de Analia di Núvila se nos presenta un pueblo partido en dos mitades, una que se proclama “moderna” y otra a la que se le pone el mote de “antigua”. Los habitantes de ambas facciones colaboran para crear una fábula que puede parodiar al origen del proletariado de principios siglo xviii, como también a “la grieta” que acontece en la actualidad.
La elocuencia de Leandro Amarelle marca el ritmo del monólogo a través de pausas y arrebatos de intensidad. Sobre él recae la labor de presentar y encarnar a una gran cantidad de habitantes: un niño con cabeza de calabaza, un científico matapalomas, un comerciante ambulante, un líder revolucionario, una duquesa, el dueño de una fábrica, y dos mujeres enemistadas la proximidad de sus ventanas, son algunos de ellos. Todos cuentan con una historia y un rol en este pequeño universo que se va construyendo de una pieza a la vez. Y es este mecanismo de repetición el que alimenta una puesta en escena simple pero detallada. Esta galería de hilarantes y arquetípicos vecinos son representados por muñecos de trapo colocados en su lado del pueblo. El esmero y la minuciosidad aplicada en la caracterización de cada personaje embellecen la puesta y nutren la historia que se nos cuenta a través de ellos.
El juego de luces y la musicalización tienen poca presencia en los primeros dos actos. Es hacia el final, donde la utilización del rojo hace acto de presencia, que el contraste resulta interesante tanto estética como narrativamente. Y la aparición de un tambor para puntualizar la tensión del clímax funciona a la perfección.
La utilización de muñecos como medio de representación no busca sugerir un tono infantil. Desde las primera líneas del monólogo se predice el drama de una catástrofe, una que se desencadena por la caída de un botón y hará partícipes a todos los habitantes.
Lo que se construye es una sátira que gira en torno a las divisiones socioeconómicas que podemos encontrar en cualquier punto de la historia. Se toma a este pueblo partido a la mitad para contar un relato universal, que podemos rastrear hasta la revolución industrial, donde el origen del proletariado realza las diferencias de clase y alza a la clase trabajadora. La obra juega constantemente con esta idea, e incluso se atreve a romper la cuarta pared con el uso de humor negro. También podemos encontrar cierta reminiscencia con un clásico de la literatura como es “Historia de dos ciudades” de Charles Dickens. La mitad moderna y la mitad antigua de la obra hacen recordar a esa brillante Inglaterra y la tempestuosa Francia que describe el escritor.
Medio Pueblo funciona como una representación en miniatura de los conflictos sociales que aquejan al ciudadano común, sin hacer diferencias entre mitades modernas o antiguas. El humor y la ironía son un recurso para retratar como las diferencias pueden desembocar en el caos, así como la caída de un botón puede destruir a un pueblo.
Por Rodrigo Potschka - @rodrigopotschka
FICHA TÉCNICA
Actor: Leandro Amarelle
Dirección: Analia di Núbila
Diseño de vestuario: Carlos Vargas
Realización de vestuario: Florencia Galera Belo
Realización de objetos: Roma Álvarez
Diseño De Iluminación: Pablo Rojas
Fotografía: Karina Ginette Fernández
Diseño gráfico: Luciana Iovane
Asistencia De Producción: Vanina Klapproth
Asistencia de dirección: Vanina Klapproth