Paquito la cabeza contra el suelo
Paquito es una obra de teatro pero también es un sueño, mezcla de varieté y café concert, escenas de texto, monólogos y canciones. La cuarta pared se rompe y se vuelve a levantar con la misma materia de la que están hechos nuestros sueños.
Imágenes que fluyen y ayudan a construir parte de lo que fue la vida de Paco Jamandreu. Un activista, promotor de libertades y un hacedor de caminos quizás sin proponérselo.
Estoy aquí para estar de vuelta, suena como una declaración. ¡Y que necesaria se hace su presencia en estos momentos!
Paquito, en el cuerpo de Nicolás Martin, pisa fuerte la calle Corrientes para subir el nivel y dejar bien alta la vara de lo que significa un espectáculo de calidad superior. Que sabe divertir, al mismo tiempo que enseña, conmueve y pone luz sobre temas que no debemos olvidar.
La idea de la obra creada por Juanse Rausch y Natalia Casielles, es sumamente interesante. Novedosa y al mismo tiempo capaz de homenajear a la historia del show.
Los personajes van avanzando en el relato, sin rigor histórico. Como si fuera una mesa de exámen imaginaria, cada bolilla tiene un tema a desarrollar sobre la historia de Paquito. Así los personajes de su vida, nos irán contando acerca de su infancia, los amores (interpretados por Matías Lopez Barrios), su madre, sus tías, Evita y el vínculo que mantuvo con las figuras del espectáculo.
Un elenco generoso no se guarda nada y nos hace partícipes del amor y la emoción.
Talento y ductilidad para cambiar de personajes, climas y situaciones, y siempre con la emoción a flor de piel. Con el exquisito acompañamiento de la música en vivo a cargo de Sebastián Sonenblum.
Así como las tres hadas de la bella durmiente le conceden sus dones, las tres tías de Paquito le muestran el camino para que pueda ser. Sin prejuicios, sin el peso de la mirada ajena, sin sentir vergüenza. Lo alientan, lo contienen, lo sostienen con amor y ternura. Y ejercen sobre el público un hechizo que hace que no puedas dejar de mirarlas.
La sensibilidad de Maiamar Abrodos, la picardía de Lucía Adúriz y el magnetismo de Mariano Saborido, son también parte de la personalidad de Paquito.
Una puesta en escena onírica y poética de esas que quedan para siempre en el corazón de los que miramos con el asombro de la niñez.
Por Valeria Argenzio @yohablofuerte
Ficha técnica
ELENCO: Nicolás Martin, Maiamar Abrodos, Lucía Adúriz Bravo, Matías López Barrios, Paola Medrano, Mariano Saborido
COREOGRAFÍA: Mijal Katzowicz
DIRECCIÓN MUSICAL: Dino Pérez
DISEÑO ESCENOGRAFÍA: Laura Copertino y Marcos Di Liscia
DISEÑO GRÁFICO: Martín Gorricho
DISEÑO DE ILUMINACIÓN: Facundo David
DISEÑO VESTUARIO: Lara Sol Gaudini
PRENSA: Varas Otero
FOTOGRAFÍA: Irish Suarez
DRAMATURGIA: Natalia Casielles
COMPOSICIÓN MUSICAL: Teo López Puccio
DIRECCION: Juanse Rausch
REDES SOCIALES: Borias comunicación
MUSICO: Sebastián Sonenblum
PRODUCCIÓN: Alejandra Menalled
LETRAS: Teo López Puccio, Natalia Casielles, Juanse Rausch
IDEA ORIGINAL: Juanse Rausch
ASISTENCIA TÉCNICA: Lola López Menalled - Jhonatan Céspedes Roncalla
ADAPTACIÓN GRÁFICA: Karina Hernández